El regreso a la presidencia del PRI, que gobernó el país ininterrumpidamente de 1929 al año 2000, tras la victoria electoral de Enrique Peña Nieto en julio pasado hubiera pasado factura a los otros partidos por el fracaso de la transición.
El PAN, que en las pasada elección presidencial pasó a ser el tercer partido después de gobernar el país durante 12 años, hizo un refrendo en los últimos dos mes y medio de sus afiliados. La asociación política contaba el año pasado con 354.000 “militantes activos” y con poco más de 1,5 millones de “adherentes”, las dos formas de membresía con que cuenta.
De ellos, sólo ratificaron su adhesión al partido 204.836 militantes activos y apenas 162.992 adherentes. Ante este resultado, el presidente del PAN, Gustavo Madero, ofreció una conferencia de prensa y recorrió multitud de medios de comunicación del país para conceder entrevistas descartando que hubiera habido una “desbandada” tras la pérdida del poder.
Los 1,8 millones de panistas, dijo en declaraciones a Milenio Televisión, eran “un bulto de nombres que se fue acumulando, que no tenían consistencia, que no tenían los datos, que no tenían la solicitud, que no tenían credencial de elector…”. “Todos esos nunca existieron”, aseveró.
En la emisora MVS Radio, Madero sostuvo que esos 1,5 millones de miembros que quedaron “depurados” de su padrón tras el refrendo “se confundieron” de categoría, pues eran simpatizantes y no afiliados.
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El presidente del PAN, Gustavo Madero, en conferencia de prensa. Fuente: Partido Acción Nacional. |
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“Muchos en realidad nunca cumplieron su trámite (…) ni siquiera cumplieron con los requisitos formales de presentar una solicitud, de tener una credencial del IFE vigente, de presentar un comprobante de domicilio…”. “Hasta por SMS te afiliabas al PAN”, agregó.
“Hubo una confusión: se registraron y ellos creían que era registrarse como simpatizantes y los registraste como miembros adherentes”, indicó.
"Un partido de cuadros"
Madero señaló que el número de miembros final es coincidente con el de las personas que participaban efectivamente en las actividades de la vida interna del partido, como la elección de candidatos. Apuntó que el PAN “es un partido no de masas sino de cuadros, de miembros activos, de ciudadanos totalmente libres e individuales”. “No aspiraríamos a tener una masa clientelar como tienen otros partidos”, defendió.
No obstante, no explicó cómo, si ésa es su vocación de su partido, el número de afiliados pasó de 300.000 en el año 2000, cuando ganó la elección presidencial por sorpresa, a 1,8 millones el año pasado. Tampoco hizo ninguna correlación entre la reducción de su padrón y la desastrosa presidencia de Felipe Calderón, cuyo gobierno (2006-2012) sumió al país una espiral de violencia y apenas puede presentar algún logro.
Mientras la derecha mexicana sufre una hemorragia de miembros “confundidos”, la izquierda concretó una nueva división con el inicio para convertir en partido político al Movimiento de Regeneración Nacional creado por López Obrador tras haber perdido su segunda elección presidencial consecutiva como candidato del PRD.
El lunes 7 de enero, el presidente de Morena, Martí Batres, presentó ante el Instituto Federal Electoral (IFE) la documentación para comenzar el proceso de conversión en partido político. Y un día después, inició el proceso de afiliación en un acto en el Zócalo (la plaza central) de la ciudad de México.
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Ciudadanos se adhieren al Morena en el primer día de afiliación. |
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El movimiento había anunciado su intención de llegar al millón y medio de afiliados. “Estamos iniciando esta campaña de afiliación con el objetivo de adherir a millones de mexicanos, mujeres y hombres de buena voluntad que están convencidos de la necesidad de un cambio verdadero”, afirmó este martes 8 de enero López Obrador tras afiliarse al partido entre algunos cientos de seguidores.
¿Un espacio plural o un proyecto unipersonal?
El excandidato anunció que el 10 de enero comenzará una gira por el país para participar en las asambleas en las que se constituirán los comités nacionales del partido y anticipó las que serán sus primeras batallas: la oposición a la privatización petrolera y al aumento de impuestos que, afirmó, está preparando el gobierno en Enrique Peña Nieto.
También aseguró que Morena es “un espacio amplio, plural, hay cabida para todos”.
No obstante, algunos de sus antiguos compañeros del PRD apuntaban lo contrario. Miguel Barbosa, coordinador de esta formación política en el Senado, había dicho un día antes en una conferencia de prensa que Morena es “el partido de una sola persona, el partido en el que se tienen que asumir las decisiones de arriba hacia abajo, sin discusión".
Aunque la creación de un nuevo partido por López Obrador, que es acusado de mesiánico por sus críticos, amenaza con provocar una partida masiva de miembros del PRD, Barbosa dijo no estar preocupado por esta circunstancia. “¿Saben de qué está hecho Morena?, de los militantes radicales del PRD. (…) En el partido nos quedamos los perredistas”, aseveró.
Entre los primeros simpatizantes que acudieron el martes a afiliarse a Morena, casi ninguno había militado en ningún otro partido anteriormente y decían acudir atraídos por la figura política de López Obrador y con la esperanza de un cambio radical en el país.
Como Roberto Ángeles, que aseguró que esperaba que con Morena se dé “un cambio verdadero para el país”. “Queremos una transformación, rescatar los valores, los principios para que nuestro país empiece a funcionar”, abogó.
Para Valdemar Morato, un ingeniero de 56 años que recorrió 1.800 kilómetros desde Tijuana para ser de los primeros en afiliarse a Morena, “la idea aquí es como la izquierda francesa con Hollande o como Lula en Brasil, o sea hacer un cambio radical del pensamiento completo político nacional”.
“No hay un partido que aglutine la verdadera causa social del país”, lamentó.
Por su parte, Aracelia Guerrero, que acudió con su padre a afiliarse, coincidió en que México necesita “un partido de oposición verdadero porque no existe ya un partido de oposición fuerte”, ya que el PRD “está totalmente entregado al gobierno de Peña Nieto”.
Para Guerrero, la creación de Morena significa “empezar otra vez es depurar y tener a la gente que realmente está interesada en una lucha auténtica y que los otros, que están interesados más bien está en tener puestos o en tener sitios de poder que se queden en el PRD”. |